¿Chimenea de leña o estufa de pellets?

Entre estufas de pellets y chimeneas de leña, anda el juego. En este post, queremos hablaros de las características de ambas para que puedas decidir cuál es el mejor sistema de calefacción para ti. Porque no hay nada mejor que un hogar bien climatizado cuando llegan las bajas temperaturas del invierno.

Debes saber que no hay ningún sistema de calefacción mejor que el otro, sino que lo que te ofrece una chimenea de leña, quizás no pueda ofrecértelo una estufa de pellets. Todo es cuestión de lo que necesites, con lo que te encuentres más cómodo y, por supuesto, de la superficie a calentar.

Pero, entonces, dirás: ¿qué es mejor para mí, estufas de pellets o chimeneas de leña? Veamos qué características tienen cada una.

 

 

¿Por qué elegir una chimenea de leña?

 

Antes de explicar el porqué de elegir una chimenea de leña, es necesario tener algunas consideraciones. La chimenea de leña, como tal, es una chimenea y no una estufa. Y, por tanto, cuenta con tubos de evacuación no vistos gracias a una campana o a una pared empotrada.

Las chimeneas de leña tienen un alto poder calorífico gracias a un combustible económico y sostenible como la leña. Es un sistema de calefacción más barato que la electricidad y que se obtiene de la tala de árboles controlada, lo que mantiene el monte cuidado y libre de incendios. Las chimeneas a leña funcionan, como se ve, con madera y troncos que puede encontrar en el bosque o comprarlo.

La ventaja de las chimeneas a leña es que la mayoría de ellas no necesitan de enchufe. No tienen que estar conectadas a la corriente para funcionar. Algo muy interesante cuando en el mercado encontramos chimeneas de leña con horno o inserts para chimeneas con horno (sistemas de calefacción que se adhieren al hueco de la chimenea con ventiladores).  Pues, en estas chimeneas se pueden cocinar ricos platos con el peculiar sabor que deja la leña y sin necesidad de corriente. Las chimeneas a leña son multiusos: calientan y permiten el cocinado. Incluso, cuando la chimenea no dispone de horno, existen las parrillas para poner encima los alimentos y que se vayan cocinando poco a poco en el fuego.

 

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Además, al no necesitar de electricidad, no existen las averías electrónicas. Las chimeneas más sencillas prácticamente no tienen averías y sólo basta con hacer un buen mantenimiento diario poco costoso y una limpieza anual.

Sin embargo, las chimeneas de leña están pensadas para espacios grandes, ya que necesitan de una salida de humos mayor que en las estufas de pellets y disponer de un lugar para guardar los troncos, además de establecer un área de seguridad.  Son ideales para salones amplios de casas unifamiliares que, en algunos casos, pueden llegar a caldear las habitaciones cercanas.

Y, por supuesto, la decoración de una chimenea de leña siempre aporta esa sensación de calidez tradicional que solemos ver en hogares unifamiliares de ambientes rústicos. Aunque en los últimos años, han salido a la venta numerosos hogares e insertables para acoplar al hueco de la chimenea de diseño moderno e innovador.

 

¿Por qué elegir una estufa de pellets?

 

Las estufas de pellets ofrecen buen rendimiento energético y son un sistema limpio de calefacción. Como estufas que son, siempre tendrán la el tubo de salida de humos visto, aunque los últimos modelos de estufas de pellets se han modernizado y adaptado a las tendencias de diseño de interiores.  Además, la salida de humos no tiene el mismo grosor que el de las chimeneas de leña. Lo que permite que pueda usarse en espacios más pequeños que en el caso de las chimeneas. En la tipología de estufas de pellets de aire hay modelos recomendados para superficies de 50 m2.  Se trata de un tipo de estufa de pellets ideal para caldear una única estancia y de manera silenciosa.  No obstante, en algunos casos, con las estufas de pellets canalizables puede distribuirse el calor a más de una habitación.

Las estufas de pellets utilizan como combustible el pellet, considerado el más ecológico, sostenible y económico de todos en una tabla del 1 al 5. Aunque el poder calorífico no es tan grande como el de la leña, el pellet es de fácil almacenaje y ocupa poco.  Los pellets suelen venderse en sacos fácilmente transportables que ocupan una tercera parte menos que la leña.  Además, con una estufa de pellets no percibirá olores y tendrá un sistema de calefacción igualmente eficiente, pero mucho más limpio. Las estufas de pellets también son seguras.

 

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A diferencia de una chimenea a leña, las estufas de pellets son programables. Pueden programarse incluso estando fuera de casa. Una ventaja de estas estufas ideal para aquellos que quieren tener caldeada su casa de manera rápida cuando llegan del trabajo o del gimnasio en invierno.

Su instalación es sencilla. Eso sí, una estufa de pellets necesitará de una toma de corriente a la que ir conectada para funcionar.  Actualmente, no representa ningún inconveniente con respecto a la instalación, ya que es habitual encontrar enchufes en los hogares de manera regular. A pesar de ello, es importante revisar la electrónica que contiene la estufa de pellets. Si es de calidad, la estufa de pellets tendrá más vida útil.

Y en cuestión de mantenimiento, es importante asegurarse que las estufas de pellets cuentan con un servicio técnico oficial.  De la misma forma que las chimeneas de leña, las estufas de pellets necesitan de una revisión anual. Aunque se recomienda que en estos casos sea el servicio técnico oficial quien lo realice. Semanalmente, el mantenimiento de las estufas de pellets consiste en retirar las posibles cenizas que se han acumulado.

En los últimos años, el diseño de las estufas de pellets ha ido evolucionando. Por eso, hoy tenemos modelos en diferentes colores y de estética moderna para que puedan adaptarse a las últimas tendencias del diseño de interiores.

 

 

Conclusión

 

 

 

 

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