Llamativa y vistosa por su gran dimensión, 86,8 cm de anchura y 105,1 cm de altura, no pasará desapercibida ante los ojos de nadie. Creada para ser el foco de atención, su posición céntrica es maravillosa para situarla en el salón y disfrutar del calor que desprende mientras goza de una buena película en su televisión.
Con forma prismática y rectangular, con la parte trasera ligeramente redondeada, Antaya ofrece un espectáculo de llamas doradas a través de su amplia ventana de cristal. Su diseño formal y sobrio combina a la perfección con cualquier tipo de muebles y aporta armonía al decorado.
Fabricado con hierro fundido, otorgándole un aspecto rústico y tradicional, tiene una acabado en piedra antracita. Presume de alcanzar los 18 kW de potencia y calentar hasta los 145 m² de superficie.
Además, cuenta con un sistema de doble combustión, en el que el calor se prolonga durante más tiempo por toda la estancia debido al ritmo lento de la quema de leños. Otra de sus ventajas es su sistema de post-combustión, que mantiene la cámara interna limpia de los materiales volátiles y del hollín acumulable gracias a una entrada trasera de aire.
Otro elemento de gran relevancia es el orificio situado en la puerta acristalada que permite la entrada de una corriente de aire que funciona como barrera protectora y que mantiene el cristal limpio.
Otro punto a destacar de Antaya es su bajo impacto de contaminación, ya que el nivel que emite de CO2 es muy inferior al de otro tipo de calefactores. Ha obtenido la máxima puntuación en la insignia Flamme verte, un total de 7 estrellas, indicadoras de su contribución con el medio ambiente.
Antaya es la prueba de que la sencillez y funcionalidad concuerdan, debido a su gran capacidad calorífica.